(este blog puede matarte)

sábado, 9 de octubre de 2010

El Útero

- Bueno, contame.. cómo llegaste acá?
- Engañado, me siento estafado.
- Jajajajaja!
- Rió de buena gana, y ese rostro corriente, ordinario adquirió vida de repente. Más de dos docenas de sus dientes perfectamente blancos apuñalaron mis ojos, y la habitación dejó de parecerme lúgubre.
Siempre consideré inteligentes a las personas que ocultan bien su risa, hubo algo en Elvio que me dijo que hacía mucho tiempo no reía de aquella manera.
- Ok, si te incomoda estar aquí podemos llamar a tu padre para que vuelva por vos - sonó seguro.
- Cómo se supone que comencemos?
- Podés comenzar poniendote cómodo
- hizo un gesto que se me antojó estudiadísimo, extendiendo reverencialmente su brazo derecho mostrandome el camino hacia el enorme sillón negro en el centro del aposento.
No recuerdo cómo siguió la charla, perdí completamente la noción y el nexo entre la llegada y el momento en que me di cuenta de que estaba allí mullido y protejido, en ese útero de cuero oscuro contandole mi historia a Elvio.

'.. yo ya estaba vestido, así que le ayudé a ponerse un sweater. La besé mientras ataba los cordones de sus zapatillas, nos ardían los labios así que fue un beso cortito pero tuvo su magia. Su color.
Salimos a la calle abrazados, ella aún tenía el pelo húmedo, hablabamos de no recuerdo qué.. creo que de.. no, no recuerdo.. hicimos un par de cuadras y en esa esquina dejamos de abrazarnos y cruzamos tomados de la mano, todavia recuerdo la senda peatonal, es como una foto dentro de mi cabeza.. después algo.. supongo que el sonido del motor acelerando me dijo que algo allí no estaba bien y que todo (mi vida, el entorno, todo) iba a cambiar drásticamente. Es como cuando en pleno sueño tenés la conciencia del Cuco que te espera en el placard, me explico?
Bueno, ahí venía nuestro Cuco, mil trescientos kilogramos de metal y plástico. Siempre tuve la fantasia de poder saltar por encima de un auto a punto de atropellarme, sé que suena estúpido, lo sé.. pero en ese momento, en esas décimas de segundo.. creí que lo lograría, casi me alegré de tener la oportunidad de probar que podía saltar tan alto que el auto pasaría por debajo de mis pies.. me equivoqué, obviamente.'

'Nos dió de lleno, te puede parecer loco pero sentí cuando el paragolpes alcanzó mi pierna, intenté mirar a Luisa pero antes de que mi cuello pudiese girar sentí como mi rodilla izquierda se hundía en su pecho, la vi volar por encima de todo, de mi, de nuestro Cuco..
Choqué con el techo del auto, sentí cómo se aplastaban mis vértebras, un dolor insoportable que me obligó a cerrar los ojos. Caí encima de mi brazo derecho, me lo destrozó el peso de mi propio cuerpo
-mientras hablaba me acariciaba inconscientemente la muñeca de ese brazo- la sangre me chorreaba por las mejillas, suponía que no era grave.. pensaba que me habia cortado una oreja a lo sumo.
Me enloquecía no poder escuchar, estaba aturdido, me sentía anestesiado, no veía a nadie en la calle a pesar de que el lugar del accidente se llenó rapidamente de curiosos. Intenté mover las piernas, pero habian desaparecido, no las sentía en absoluto. Busqué a Luisa con la mirada y reconocí su sweater a rayas blancas y negras, el que yo le había puesto hacía menos de diez minutos.. es lo último que recuerdo de ella, una imagen horrible.
Su cabello, la sangre que brotaba de su cabeza y su sweater a rayas.
Después..

..esto no lo he contado nunca.. creo que porque recién hoy lo recuerdo.. una abeja se posó en mi mano rota, una abeja entendés? Y me clavó su aguijón. La estúpida abeja me clavó su aguijón, bastó para romperme el alma por completo.. después.. nada..'

14 comentarios:

M dijo...

Hay cosas que no se olvidan jamas ¬¬

Uma Foam dijo...

todos tenemos nuestros "cucos", todos tenemos cosas adentro nuestro que preferimos olvidar (o que no hayan pasado jamás) pero simplemente esas imágenes se estampan tan zarpado en nuestro cerebro, como una foto recien revelada todavia con olor a químicos, que lastiman.
A veces es mejor escupirlo por más que creamos que es mejor tragarlo...

uff qué día el mio hoy... justo cuando la soledad y los receurdos me resuenan por adentro!

gracias por pasar otra vez! :)

deMónicamente dijo...

qué desubicada esa abeja. si no aparecía...la nada no se hubiese instalado.
andaré cerca.
gracias por visitarme.
kisses

sunshine dijo...

Estremecedor y muy bien relatado, me gusta como escribís niño ;)
Besos

Lila Biscia dijo...

uf! brillante descripción.
excelente.

besos.

Uma Foam dijo...

uuff@live.com.ar
(un impulso, nada más.)

NEMESIS dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Mente de Mar dijo...

mi miedo más grande.
El momento en que nada de lo que pase depende de vos. No hay reacción, no hay tiempo ni chances. Solamente lo inevitable que te tiene en la mira; y nunca desacierta.

Esas cosas se vomitan o te pudren por adentro. Sacalo todo afuera. Esto de contarlo acá, te va a resultar sanador.

Un gusto leerte, realmente. Sabés transportar al momento.
Saludetes!!

sunshine dijo...

mjm... excelente...
Por otro lado, te felicito por animarte a entrarle al psicoanálisis ;)

Lucía dijo...

Ese aguijón era el alma del cuco.
No hay dudas.
Quiero ver como sigue esto.
(Ah, claro, no hay dudas, sí, hablo de Manolo, es un escritor... Olivia no se equivocó )
;)

Un abracito.

Santa Toronja! dijo...

Wow, ud escribio eso?

wonderful!

saludos

La chica de la farmacia dijo...

Me voy contenta por visitar tu vida en blanco. Me gusta cómo escribís.
¡Regresaré!
Saludos.

JanusM dijo...

Obviamente que nos seguimos!

me voló literalmente la cabeza ese texto...


Me ENCANTÓ!


Abrazo y Éxitos!

Olivia y Manuel dijo...

Ese aguijón era el alma del cuco.
No hay dudas.